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El huevo es el alimento más completo después de la leche materna, aporta 13 vitaminas y minerales, antioxidantes, colina y grasas monoinsaturadas que contribuyen al bienestar físico y mental.

Cabe mencionar que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO) reconoce al huevo como el alimento más nutritivo que existe, después de la leche materna. Mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir de 6 a 8 huevos a la semana como parte de una alimentación saludable y nutritiva.

Por su parte, la nutricionista Rita Medina señala que “es un alimento rico en vitamina D, importante para la absorción del calcio y el fortalecimiento del sistema inmunitario; contiene aminoácidos esenciales que ayudan al crecimiento y desarrollo normal de los huesos; es ideal para conservar la masa muscular, gracias a que contiene proteínas de alta calidad; aporta colina, que favorece a la memoria y es imprescindible para el desarrollo normal del cerebro y el sistema nervioso; cuenta con gran cantidad de hierro, que ayuda a prevenir la anemia y contiene zinc, que favorece a la formación de huesos y dientes”.

La grasa del huevo es beneficiosa, puntualiza Medina, pues impide que suba el colesterol malo, aunque, desde luego, “es importante procurar cocinar este con aceite de oliva y combinarlo con alimentos saludables como verduras o frutas”.

“Consumir huevo, al menos una vez al día, es muy beneficioso para enfermos renales porque no se forma ácido úrico ni creatinina y para quienes están en situación de desnutrición, leucopenia, oncología y en procesos de recuperación después de alguna enfermedad”, afirmó Medina, al tiempo de advertir que la única contraindicación se presenta en pacientes con piedras en la vesícula.

Otro de los aspectos que destaca Medina es el aporte de la yema en la transmisión nerviosa, fundamental en los procesos mentales, mientras que la clara favorece la formación muscular, el cuidado, la regeneración y el embellecimiento de la piel.

Acerca de la forma de consumo, la nutricionista recomienda evitar comerlo crudo dado que, con la cocción, las proteínas del huevo se vuelven más digeribles y se mejora su valor nutricional, permitiendo aprovechar más del 90% de la proteína del huevo en los procesos metabólicos de nuestro organismo. Asimismo, tampoco debe lavarse para ser almacenado, debido a que contiene una película protectora en la cáscara que impide el ingreso de patógenos, pero sí debe ser higienizado antes de prepararlo.

Finalmente, la especialista en nutrición recomienda este alimento de gran valor nutricional para toda la población en general, que además de ser beneficioso para la salud es un ingrediente muy versátil, ideal para incluirlo en nuestra alimentación diaria.